Nos guste más o menos la Navidad, todos
disfrutamos con una visión gamberra de esta época del año después del atracón
de cursilería y lugares comunes al que nos condenan las carteleras y las
televisiones. No es que esta película no abunde en tópicos (los tiene, y no en
pequeño número) pero si sumamos a esta perspectiva la aparición de semillas de marihuana y chistes irreverentes sobre judíos… la
cosa cambia. La película “The night before” con el penoso título español “los
tres Reyes Malos” acompaña a tres amigos
en su búsqueda del Santo Grial de las fiestas de Navidad. En sus quedadas
anuales la víspera de navidad, que recuerdan inevitablemente a “Resacón en las
Vegas”, estos tres amigos pasan por todas las situaciones imaginables que
involucren religión, drogas, sexo y los ya de por sí complicados triángulos que
suponen las relaciones de a tres. Este grupo de amigos lo forman un incipiente
padre de familia, un famoso al que se le hace difícil ir de incógnito y un
tercero que ya no quiere rememorar más la muerte de sus padres la víspera de
Navidad. Esa es la excusa para celebrar una última noche memorable todos juntos. Por supuesto todo acaba
siendo una auténtica locura, y aunque es una película sin grandes pretensiones,
como ya hemos dicho pertenece a la tradición de “The Hangover” o “La boda de mi
mejor amiga”, con risas garantizadas y gamberrismo madurito sobre un fondo
navideño que para unos puede no ser un plus, pero que es un inagotable baúl del
que sacar chascarrillos y en el que reconocernos. Porque a todos, de una u otra
manera, nos encantaría volvernos locos una noche en nuestra vida, como mínimo.
Y ¿por qué no elegir la noche de Navidad?
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